sábado, 27 de febrero de 2010
Abrazo y Despedida...!!!
Abrazo
Acorta distancia, contiene, vitaliza. Los corazones se aproximan como para conversar. Alguien recibe, otro se entrega, o bien ambos protagonistas se mimetizan. No hay abrazo si dos cuerpos no se entrelazan.
Deseo fundir al otro en una sola existencia; una forma de impedir que la fuga de la separación se filtre. Comunicación intensa, presión vital, descanso esperado. Es un instante abismal.
Es reencuentro, en contacto que expulsa el miedo. Balance de todo lo no dicho. Un freno en el momento justo, caricias de sentimientos que buscan unidad sin palabras. Movimiento simple de gran elocuencia, intenso, breve. Premio en una búsqueda, celebración de la amistad, calor compartido.
“Abrazar la sencillez es apreciar la hermosura de lo simple, es reconocer la dignidad de todas las personas y tareas, el valor de todos los paisajes, incluso de los demás desafortunados.”
Abrazar la sencillez, es enamorarse de ella, es una propuesta de nueva vida donde cada uno se siente mas responsable de la aventura de la conciencia, especialmente cuando escucha en su interior una llamada inequívoca a replantearse todos los valores y otorgables vigencia en cada conducta.
“En el abrazo, como la caricia, la piel reviste de paciencia. Si uno abraza con frecuencia a los seres que ama, no envejecen”
Despedida
Es un hecho natural y simple, condición de un comienzo promisorio. No es un fin terminante ni una clausura cósmica, pues implica la posibilidad generosa de un cercano reencuentro.
“Podemos estar fuertemente unidos en la distancia o, por el contrario, cercanos pero profundamente separados.”
Despedirse del pasado para explorar las posibilidades del olvido, o para conocer los dones que trae el perdón, es una oportunidad de crecimiento personal y, a la vez, de rejuvenecimiento. Es muy positivo hacerse amigo de estas licencias.
Deberíamos hacernos más amigos de las despedidas. Constituyen una consecuencia natural de cualquier relación sana.
Tan importante son las desvinculaciones de nuestras vidas que se podría considerar que la tarea intima de maduración personal radica en aprender a despedirse bien de situaciones queridas, a saber cerrar sanamente las heridas emocionales que produce los abandonos.
No es recomendable fugarse sin mas, abandonar una situación a la francesa, salir a comprar cerillas y no regresar, y olvidarse de respirar y bajar el telón.
“Cuando se ha logrado una comunicación plena con alguien, cuando se ha sentido ese clima de nosotros, en un proceso de unidad grupal, si se ha gozado de la alegría de compartir, durante un lapso, una tarea meritoria, la ruptura se sufre como una perdida un tanto irreparable, por lo tanto es indispensable dedicar al duelo el tiempo necesario de espera y consumación.”
Acorta distancia, contiene, vitaliza. Los corazones se aproximan como para conversar. Alguien recibe, otro se entrega, o bien ambos protagonistas se mimetizan. No hay abrazo si dos cuerpos no se entrelazan.
Deseo fundir al otro en una sola existencia; una forma de impedir que la fuga de la separación se filtre. Comunicación intensa, presión vital, descanso esperado. Es un instante abismal.
Es reencuentro, en contacto que expulsa el miedo. Balance de todo lo no dicho. Un freno en el momento justo, caricias de sentimientos que buscan unidad sin palabras. Movimiento simple de gran elocuencia, intenso, breve. Premio en una búsqueda, celebración de la amistad, calor compartido.
“Abrazar la sencillez es apreciar la hermosura de lo simple, es reconocer la dignidad de todas las personas y tareas, el valor de todos los paisajes, incluso de los demás desafortunados.”
Abrazar la sencillez, es enamorarse de ella, es una propuesta de nueva vida donde cada uno se siente mas responsable de la aventura de la conciencia, especialmente cuando escucha en su interior una llamada inequívoca a replantearse todos los valores y otorgables vigencia en cada conducta.
“En el abrazo, como la caricia, la piel reviste de paciencia. Si uno abraza con frecuencia a los seres que ama, no envejecen”
Despedida
Es un hecho natural y simple, condición de un comienzo promisorio. No es un fin terminante ni una clausura cósmica, pues implica la posibilidad generosa de un cercano reencuentro.
“Podemos estar fuertemente unidos en la distancia o, por el contrario, cercanos pero profundamente separados.”
Despedirse del pasado para explorar las posibilidades del olvido, o para conocer los dones que trae el perdón, es una oportunidad de crecimiento personal y, a la vez, de rejuvenecimiento. Es muy positivo hacerse amigo de estas licencias.
Deberíamos hacernos más amigos de las despedidas. Constituyen una consecuencia natural de cualquier relación sana.
Tan importante son las desvinculaciones de nuestras vidas que se podría considerar que la tarea intima de maduración personal radica en aprender a despedirse bien de situaciones queridas, a saber cerrar sanamente las heridas emocionales que produce los abandonos.
No es recomendable fugarse sin mas, abandonar una situación a la francesa, salir a comprar cerillas y no regresar, y olvidarse de respirar y bajar el telón.
“Cuando se ha logrado una comunicación plena con alguien, cuando se ha sentido ese clima de nosotros, en un proceso de unidad grupal, si se ha gozado de la alegría de compartir, durante un lapso, una tarea meritoria, la ruptura se sufre como una perdida un tanto irreparable, por lo tanto es indispensable dedicar al duelo el tiempo necesario de espera y consumación.”
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